Sé valiente y sorprende a tus hijos e hijas con el «teatro de papel», un divertimento que les demostrará que existen otras maneras de pasarlo bien. Nosotros proponemos esta particular forma de contar cuentos originaria de Japón. Conseguimos centrar la atención y disparar su imaginación.
Se trata de una técnica milenaria, en japonés kamishibai, que se originó en los templos budistas en el siglo XII. Se basa en contar historias con la ayuda de unas láminas que poseen ilustraciones por una cara y texto por la otra, deslizándose sobre un teatrillo de madera.
El kamishibai, que ha resistido el paso de los siglos y la pujanza excluyente de las nuevas tecnologías, ha llegado a occidente con unas innegables posibilidades de éxito, como se demuestra en cada una de nuestras representaciones; los niños siguen la interpretación del narrador con gran entusiasmo.
Y es que gracias a sus bondades y al saber hacer, se dispara la imaginación del público, se estimula su creatividad e incluso, se fomenta su interés por la lectura.
Se trata de una técnica que no necesita un gran despliegue escénico o de medios, ni tampoco un espacio especial para llevarlo a cabo. Cualquier sala o patio de colegio servirá para una buena función.
Pero el kamishibai es mucho más: los niños no solo ven y oyen, también participan. Es un juego interactivo que los convierte en protagonistas. Podéis venir a nuestros talleres para crear nuevas láminas y contar vuestros propios relatos. Una herramienta muy útil para fomentar la improvisación, adaptando el argumento a lo que dicta su imaginación.
Las historias están abiertas, la trama puede cambiar, porque es la suma de las aportaciones de varias personas: el autor del texto, el ilustrador y el narrador. También de quienes ven y escuchan el cuento.
Os ponemos a vuestra disposición el kamishibai para estimular su ingenio y fantasía, que junto con nuestra creatividad, suponen un valor añadido para la formación y crecimiento de los más pequeños.